El día que se hizo tarde...

Cada noche te esperaba

con las misas ganas locas

de que llegaras temprano,

de desarmarme en tu boca,

y veníais tú y la noche,

y la noche y tú veníais

a dejar que yo vertiera

en tu cuerpo fantasías.

Pero un día se hizo tarde,

pensé que sólo era eso

porque la noche sí vino

y no dejó de darme un beso...

Un día, otro día y otro

me demostraron sin duda

que la noche es mejor que tú...

La noche es más fiel que oscura.

Zarandeé los recuerdos

dando vueltas en la cama

y en una de tantas vueltas

me encontré la madrugada.
De un salto me fui a buscarte

por donde solías venir

y te vi, maldito seas

igual que te vi partir.

Un soplo de amor di al viento

por si te lo hacía llegar,

pero hasta la misma brisa

se cansó de ir detrás...

Un día, otro día y otro

me demostraron sin duda

que la noche es mejor que tú...

La noche es más fiel que oscura.

Nunca supe los motivos,

todavía los ignoro

y aunque no lo creas

por Dios te juro que aún te añoro,

me abandonó la cordura

cuando dejaste mi vida

como el viento a las paredes

así tu amor me hizo ruina.

El día que se hizo tarde

pensé que solo era eso

porque la noche sí vino

y no dejó de darme un beso.

Un día, otro día y otro

me demostraron sin duda

que la noche es mejor que tú...

La noche es más fiel que oscura.

El día que se hizo tarde, Rosana

Esperé y esperé. No es secreto para nadie. Confié mis secretos y sentimientos a la noche, que era la única compañía segura que tenía mientras esperaba que volvieras, o simplemente que te acordases de mí. La noche me revelaba que era el fin, que era tarde para nosotros y que la vida no iba a seguir el mismo camino.

El día que se hizo tarde... pensé que solo era eso. Que se había hecho tarde pero aún así el tiempo perdido sería recuperado, como hicimos tantas otras veces cuando debí irme antes de que nos diéramos cuenta. Pero no... Esa noche era imposible recuperar el tiempo. Esa noche se había hecho tarde para los dos, y todavía no sé qué hizo que el reloj corriera tanto, y ahora sé que nunca nadie me desvelará ese secreto.

El día que se hizo tarde aprendí que nada es seguro y en los meses sucesivos aprendí que no es fácil olvidar, y que no olvidas del todo aunque creas que ya lo has hecho.