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viernes, 5 de agosto de 2011

Un mes...

Un mes... Hoy hace exactamente un mes que leíste tantísimas cosas y te rompí el corazón. Hoy hace un mes que estoy solo. 31 días que parecen una eternidad...

No sé qué decirte que no te haya dicho ya. Lo siento, una vez más. Sé que todo lo que has visto te dan indicios más que suficientes de que no te quería, de que no me importabas, de que no me importaba esta relación, de que nunca te valoré y de que no estaba a gusto con lo nuestro. Sé que mi palabra no vale de nada, pero quiero decirte, una vez más, que todo lo anterior es falso. Te quiero, y te he querido durante todos y cada uno de los días que pasé a tu lado. Me importas más que cualquier otra cosa en el mundo y lo dejaría todo por ti si me lo pidieras. Esta relación es lo más grande que ye tenido nunca y no te imaginas cómo me siento por haberla mandado al traste. Siempre te valoré, siempre, aunque te haya hecho pensar que no es así y aunque no te lo dejase ver tanto como debería. Siempre valoré el amor que me dabas y siempre me sentí agradecido por tener todo ese amor conmigo.

Sé que mis palabras no te valen de nada, pero hace un mes que no te tengo junto a mí, y mi amor por ti no ha disminuído un ápice. Mi amor sigue creciendo dentro de mí y quiero demostrarte que es real, que todo lo que digo es real. Que me importas, que te quiero y que he aprendido una dura lección de todo esto.

Hoy hace un mes que te perdí, pero tendrán que pasar mil meses más para que yo pierda la esperanza de tenerte de nuevo a mi lado.

TQ.

2 comentarios:

Danny Déniz dijo...

Por lo que dices pudo haber sido un malentendido. ¿Se lo pudiste explicar? Ánimo. Si no te deja explicárselo debe ser que era él el que no valoraba lo que tenía. ¡Sigue adelante! Te aseguro que todo se supera. Un beso.

Opith dijo...

Danny, ha sido un cúmulo de cosas. Durante muchos meses yo descuidé esta relación, y asumo la culpa de ello. Además, hubo muchos mensajes que no debí mandar, correos que no debí responder, conversaciones que no debí tener y perfiles que no debí crear. Al final sí, fue todo un malentendido, pero ya eran muchos meses en los que yo la había estado cagando y muchas cosas que él había estado aguantando. Sí, la he cagado yo, es todo culpa mía. Pero no pierdo la esperanza de recuperarle. Si de algo estoy seguro, mi vida la tengo que compartir con él, así que sólo me queda esperar, aunque duela.